martes, 8 de octubre de 2013
Benigni
Benigni:
Benigni era un hombre serio, tacaño, basto y muy aburrido, era calvo, tenía barba, una barriga despampanante y unas ojeras de no dormir. Vivía en un piso pequeño, oscuro, desordenado... Siempre salía a la ventana a fumar, después beber leche, leer un cómic y tocar el xilófono, un día se encontró un bulto debajo de su axila, pero no le dio importancia. Al despertar el bulto era inmenso y decidió quitárselo, pero el bulto cobró vida y no lo mató, de repente empezó a fumar y el aire que Benigni inhalaba el bulto lo exhalaba, de pronto todo cambió; Benigni era alegre, ya que no estaba solo, empezó a compartir sus cosas con el bulto, la casa tuvo más luz, empezó a ordenarla...
Hasta que el bulto murió, él volvía a estar triste y entonces lo recordó y dibujó una cara en su cicatriz, entonces fue feliz.
El texto dice que las personas que dejan de fumar disfrutan más de la vida.
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